Réplica en resina de Homo sapiens moderno.
Orígen del Homo sapiens La especie a la que pertenecemos todos los seres humanos actuales es el Homo sapiens.
Las evidencias arqueológicas de fósiles con morfología similar a la nuestra proceden de África y presentan una cronología que ronda los 200.000 años. Sin embargo, los estudios moleculares revelan que nuestra especie y otras como los neandertales o los denisovanos compartimos un antepasado común hace medio millón de años. Esto significa que nuestros antepasados debieron ser más antiguos de lo que nos cuentan los hallazgos arqueológicos.
Existen algunas evidencias que apuntan en esta dirección. Sin embargo las dificultades de clasificación son enormes debido a la ausencia o presencia no uniforme de rasgos distintivos de la especie, por lo que son clasificados de forma diferente dependiendo de los criterios morfológicos y cronológicos que considere cada investigador. De hecho se ha propuesto una «clasificación» que diferencia entre «sapiens arcaicos» y «humanos anatómicamente modernos» (ambos tipos con diversos grados de evolución), en función de la presencia o ausencia de diferentes características tales como una caja craneal globular, frente vertical, tamaño de los molares posteriores, arcos supraciliares poco marcados, fosa canina, mentón pronunciado, etc. Según el investigador esta lista será más o menos amplia o más o menos diferente con lo que su clasificación taxonómica podrá variar.
Las dataciones para los humanos anatómicamente modernos más antiguos de África se ha establecido entre 130.000 y 100.000 años.
La llegada del hombre moderno a Europa, (homínido que vulgarmente denominamos «cromañón»), ocurrió hace unos 45.000 años aproximadamente.